sábado, 30 de enero de 2016

Roscón vegano

Hola a todos. Os dije que os debía un roscón y aquí os vengo con una entrada especial y una receta riquísima de roscón vegano.



Esta mañana nos hemos pasado por Plaza España, en Zaragoza, para tomarnos este rico roscón y chocolate caliente veganos con Vegan Hope, en Zaragoza, y tengo que admitir que me lo habría llevado entero. Me pierde el chocolate y el roscón y es una maravilla encontrar opciones veganas ta ricas. Les pregunté por la receta y me hablaron del cocinero, que se había quedado casi toda la noche haciendo roscones y que el pobre estaba durmiendo esta mañana. Aquí os traigo la receta para que os animéis a probar.

Vamos a necesitar:


350 gr. de harina de trigo (debe ser harina de fuerza).
25 gr. de levadura fresca (no vale de la química).
125 gr. de leche de soja.
100 gr. de azúcar
75 gr. de margarina sin lactosa (en punto pomada).
1/3 vaso de aceite de girasol.
ralladura de 1 naranja.
1 cucharada de ron añejo.
1 cucharada pequeña de aroma de azahar (tiene que ser aroma apto para alimentación).
1/3 de una cucharada pequeña con sal fina.
Para decorar el roscón (aquí lo que tu prefieras): guindas, fruta escarchada, azúcar, almendras fileteadas, crocanti …





Antes que nada vamos a disolver la levadura fresca en la leche y la dejaremos 15 minutos para que vaya activándose la levadura. La leche tiene que estar templada (tibia, no caliente) y lo mejor es meter el bloque en la leche y disolver con las manos.

Ahora de los 350 gr. de harina de la receta reserva 30 gr. para amasar. El resto de la harina (320 gr.) la ponemos en un bol grande bien tamizada. Añadimos en el centro la ralladura de naranja y el azúcar, y esperamos que pasen los 15 minutos del paso anterior. Cuando hayan pasado añadimos también en el centro la leche con la levadura. Ahora mezclamos con una espátula removiendo en el centro del bol incorporando poco a poco la harina del fondo y de alrededor (pero sin incorporarla toda) hasta que se forme una papilla.


Cuando tengamos esa papilla formada añadimos la margarina en punto pomada, el ron, el aroma de azahar, el aceite y la sal.

Mezcla con la espátula igual que antes incorporando poco a poco la harina de alrededor. Al final quedará una bola muy pringosa.


Ahora llega el momento más importante de la receta. Espolvorea la mesa con un poco de la harina que tenemos reservada y enharínate las manos. Pon la masa del roscón sobre la harina y empieza a trabajarla. Al principio se pegará, pero conforme vayas amasando la masa cogerá cuerpo y se irá despegando de la mesa. Si ves que no hay forma de que se despegue añade un poco más de la harina que tenemos reservada (pero solo si es necesario). La masa tiene que quedar pringosa pero en un punto en el que si desplazamos rápido la masa por la mesa no se pega pero si la dejamos quieta se pega un poco. Es un pelín liado cogerle el punto la primera vez pero el truco está en conseguir una masa que ruede por la mesa sin pegarse usando la menor cantidad de la harina que teníamos reservada.


Cuando tengas la masa en su punto (recuerda que debe quedar pringosa, si te quedó seca quedará más denso el roscón) haz una bola con ella. Espolvorea un poco de harina en un bol grande y pon la masa encima. Cubre con papel film transparente y deja en un lugar cálido (si tienes una habitación con calefactor es una buena idea dejarla en esa habitación. La masa tiene que al menos doblar su tamaño. Esto tardará de 2 a 3 horas dependiendo de la temperatura de la habitación.

Cuando la masa haya crecido suficiente es el momento de darle forma. Primero que nada debemos tener preparada una bandeja con papel de hornear encima. A continuación sacamos la masa del bol y la amasamos 1 minuto para sacarle el aire. Formamos una bola con la masa y una vez en las manos le hacemos un agujero en el centro com los dedos pulgares de ambas manos. Sin soltar la masa vamos abriendo el agujero para ir formando el roscón, hasta que tenga un tamaño como el de la bandeja más o menos. Cuando lo pongas en la bandeja encogerá un poco, no pasa nada. Lo estiramos con cuidado en la bandeja hasta que tenga un buen tamaño, se pegará al papel de hornear así que costará un poco.

Lo cubrimos con otro papel de hornear (para que no se seque la masa con el aire) y lo dejamos crecer (levar) en un sitio cálido hasta que al menos doble su tamaño (entre media hora y una hora y media dependiendo de la temperatura). 


Cuando esté bien grande pintamos con margarina derretida y decoramos a nuestro gusto (en este caso solo usé guindas, crocanti y azúcar).

Mete en el horno caliente a 160ºC arriba y abajo. Deja 25 minutos (que se ponga bien dorado) y saca del horno. 



Si vives en Zaragoza y quieres probar este roscón, aun estas a tiempo. Estaban esta mañana hasta las dos en plaza España, y esta tarde volverán a estar de 17h a 20h.


viernes, 29 de enero de 2016

Coles de Bruselas con salsa de soja y almendras

¡Feliz San Valero! No,no os traigo la receta de un roscón (ya me gustaría!), más que nada por que no he tenido tiempo de ponerme a probar recetas veganas... pero para el futuro me lo apunto. ¡Os debo un roscón!

Pero al lío, que lo que os traigo hoy es un plato que en muchas ocasiones tira para atrás, pero que si se sirve con la salsa adecuada la cosa cambia: Coles de Bruselas!!!!


Que no cunda el pánico! Vamos a prepararlas de forma fácil y rápida, y muy rica! Y con el microondas, además, para ahorrar algo de tiempo.

Vamos a necesitar:

-450 gr de coles de bruselas congeladas
-1 vaso de agua
-1 cucharada de sal
-4 o 5 almendras
-1 bote de salsa de soja para cocinar
- 1 rodaja de cebolla
-2 dientes de ajo


Colocamos las coles de bruselas en un bol adecuado para microondas. No hace falta descongelar. Echamos una cucharada de sal y un vaso de agua. Removemos bien y nos aseguramos de que todas las coles quedan sumergidas.


 Tapamos y lo metemos al microondas a potencia alta (700 o 800 wz) durante 10 minutos. Pasados esos 10 minutos, sacamos el bol, removemos las coles un poco y volvemos a meter otros 5 minutos. Una vez terminado,dejamos reposar un minuto más sin abrir el bol. Después, colamos el agua y reservamos las coles.


Nos ponemos con la salsa. Trocea las almendras en trozos más o menos pequeños. Otra opción es comprar almendra ya picada para ahorrarte algo de trabajo. Pica también la cebolla y los dientes de ajo y ponlo todo a sofreír en una sartén.



Sofreímos a fuego medio-bajo hasta que la cebolla coja un poco de color. No lo dejes mucho o la almendra se te tostará demasiado.


Añadimos las coles de bruselas. Echamos medio cartón de salsa de soja aproximadamente y rectificamos de sal. Dejamos calentar un poco, cuando empiece a hervir, echamos un par de cucharaditas de harina para espesar la salsa.


Seguimos con fuego medio-alto, removiendo de vez en cuando para evitar que la salsa se queme, hasta que haya empezado a espesar. Apagamos el fuego y dejamos reposar unos minutos para que termine de espesarse.

Servimos en un plato ¡y a comer! ¿Que os parece? Mala pinta no tienen y con esa salsa están de muerte!

Sugerencia de presentación
 ¡Que aproveche! Ya sabéis lo que quiero: dejad vuestros comentarios en el blog o en el canal de youtube y contadme como van vuestros experimentos. Pasad un gran día y hasta el lunes!

jueves, 28 de enero de 2016

Menú vegano 1: Sopa de verduras, Albóndigas y Bizcocho de Chocolate

Albondigas Vegetarianas
Bizcocho de Chocolate Vegano

Hoy me he puesto manos a la obra con un pequeño experimento. Vi la receta de Albondigas de Lentejas de Álvaro Vargas y me encantaron... pero, como siempre que me meto a la cocina, he hecho variaciones y probatinas... y el resultado no está nada mal. De hecho está riquísimo!

Para las medidas recomiendo comprar uno de esos sets de cucharas y tazos de plástico que llevan escritas las medidas. Son cada vez más fáciles de encontrar y te ayuda mucho en las recetas.


Vamos a necesitar:

-1 nabo
-3 zanahorias
-1 tallo de puerro
-1 tallo de apio
-Media cebolla
-3 dientes de ajo
-1 tomate naturar mediano
-1 taza de pan rallado
-Levadura de cerveza
-Semillas de sésamo
-Garbanzos (recuerda ponerlos a remojo la noche anterior)
-Especias: yo he usado cilantro,mejorana, tomillo, comino,pimienta molida y pimienta dulce. Recuerda la sal.

(Para el postre)
-1 cup de leche de avena
3/4 cup de azúcar moreno
-1 cucharadita de vinagre de manzana
-1/4 cup de aceite de girasol
-1 cucharadita de extracto de vainilla azucarada
-1 cup de harina
-1 sobre de levadura royal
-1/4 cucharadita de sal
-1/3 cup de cacao en polvo o paladín a la taza (mira en los ingredientes que no lleve leche)




Ponemos agua a calentar en una olla y echamos los garbanzos, las zanahorias, el nabo, el apio y el puerro. Dejamos que cueza durante unos 50 minutos, o usamos una olla expres para ahorrar tiempo (en este caso en una media hora estaría listo).

Mientras tanto ponemos a calentar el horno a 180º y nos ponemos con el postre. En un bol, echa la leche de avena y el vinagre. Espera un par de minutos para que se cuaje y añade el azúcar moreno, el aceite y la vainilla. Remueve hasta que el azúcar se ha disuelto por completo. En otro bol, mezcla la levadura con la harina tamizada y la sal. Añádelas poco a poco a los ingredientes líquidos y mézclalos bien hasta que quede homogéneo. Por ultimo,añade el cacao en polvo poco a poco y vuelve a remover. Una vez quede todo bien mezclado, prepara el molde con papel de hornear y echa la masa. Usa un molde que se llene como mucho hasta el 3/4 de su capacidad.




Mételo al horno a media altura y hornea durante unos 30-35 minutos. Cuando veas que el palillo sale limpio al pinchar, estará listo.


 Mientras tanto, volvemos con el segundo plato. Picamos bien finitos los dientes de ajo y la media cebolla, y los sofreímos en una sarten hasta que tengan algo de color. En este punto, cogemos las verduras de la sopa, pero dejamos que los garbanzos se cuezan un poco más. Con cuidado de no quemarnos, troceamos muy bien las verduras y las añadimos a la sarten, a fuego medio. Añadimos media cucharadita de sal y las especias (el cilantro picado muy fino), removemos bien y echamos un vasito de agua. Ve aplastando las verduras que estén ya blandas con un tenedor.
 Mientras las verduras se terminan de cocer unas con otras, sacamos los garbanzos del caldo y echamos los fideos. Unos 5 minutos será suficiente para tener la sopa lista. Tritura los garbanzos con una batidora y añadelos a la sartén. En este momento, añade tres cucharaditas de semillas de sésamo y un par de levadura de cerveza. Remueve y deja que cueza hasta que se evapore el agua.


Mi batidora decidió dejar de funcionar hace unos días, así que me he visto aplastando los garbanzos y las verduras con un tenedor, por lo que he tardado muchísimo más tiempo del que debería. Eso añadido a que no se me ha ocurrido sacar la olla expres hasta que he recordado lo que tardan en hacerse los garbanzos... en fin.

Cuando ya esté lista la mezcla y no quede agua, apaga el fuego, añade el pan rallado y mézclalo todo muy bien. Déjalo reposar un poco, para evitar quemarnos. Mientras tanto, comprueba que la sopa esté lista, así como el bizcocho de chocolate.

Una vez puedas hacerlo sin quemarte, ve haciendo las albóndigas con la ayuda de una cuchara sopera. Prepara una bandeja de horno con papel de hornear y ve colocándolas sin que se toquen unas con otras. Mételas al horno sin variar la temperatura y déjalas dorarse durante unos 10 minutos,aproximadamente. Cuando hayan cogido color, sácalas y sírvelas.


Sugerencia de presentación

 Esperamos a que el bizcocho se enfríe para desmoldarlo en un plato o bandeja adecuado a su forma.

Definitivamente no se hacer fotos de postres. Todos me quedan horribles! Bueno, a pesar de que parece poco apetecible,es el bizcocho más rico y esponjoso que he probado en mucho tiempo. Muy ligero y con mucho sabor, y 100% vegano! 

Esto es todo por hoy!! Espero que os animéis a probar este menú y que comentéis que os parece. Este será el primero de muchos menús veganos, procuraré tener la proteína presente en todos, como he hecho con este y os invito a sugerirme otras recetas con las que hacer más menús.

Un beso a todos, cocinillas. Nos leemos!

(Si, nos leemos, lo juro, no volveré a desaparecer tanto tiempo de nuevo)